Sus esculturas fuertes pero ligeras, son, sin duda alguna, realmente micro-instalaciones, revelando la creatividad y amor por la composición de carácter exclusivo son para la Temín la base de un diálogo artístico de gran clase revelando talento y habilidades innatas, las cuales, por fortuna, toman consistencia física y espacial.
Madera y fibra, al unísono en un abrazo sin fin, celebrando a la naturaleza generosa, madre y dispensadora de vida en sus numerosa formas y especies animales, hasta aquellos que no han sido descubiertos, pero que ciertamente se encuentran en la mente y el fantástico mundo emotivo de Josefina Temín.¡Como sería bello y relajante perderse en ese mundo!